Bienvenid@s a una nueva entrada de nuestro blog:
Hoy queremos daros a conocer una de las variantes del mindfulness, el mindful eating, lo que se traduce, a comer con plena atención.
En Balance Pilates asentamos nuestras bases en una filosofía enlazada al cuidado personal, la actividad física, buena alimentación y dentro de lo posible a un desarrollo personal, ayudando a cumplir los objetivos que se propone cada persona que pasa por nuestro centro.
Como no puede ser diferente al ejercicio físico, la alimentación es un fuerte elemento de nuestro equilibrio, y para ello os dejamos este post, que esperamos que os ayude un poco más en aquello que os propongáis.
Comer con atención plena, se refiere a comer de manera consciente, escuchando a tu cuerpo y sus necesidades. En infinitas ocasiones, no sentimos esa necesidad y simplemente nos vemos impulsados a ello, por diferentes razones como puede ser por ansiedad, aburrimiento, estrés, o simplemente un acto social. ¿Realmente me apetece tomarme ese café, cuando no ha pasado suficiente tiempo desde la última ingesta?. Cuántas veces evitaríamos comer entre horas y de manera inconsciente e impulsiva, si por un momento nos paramos a pensar si nuestro cuerpo necesita esa comida que vamos a ingerir.
Esto no requiere una dieta, ni limitar qué comer, sino hacerlo conscientemente, cumpliendo nuestras necesidades. Saboreando aquello que comes porque tu cuerpo te lo está pidiendo. No automatizando que lo tienes que hacer, y que a veces ni si quiera te acuerdas del haberlo hecho. Come despacio, masticando y saboreando, analizando texturas y sensaciones que produce el solo hecho de comer.
Es importante saber saciarnos, hasta dónde podemos llegar, para así no tener esa sensación de empacho, y lo que a continuación viene, ese malestar y pesadez fruto de una fuerte digestión. Limita tus ansias y escucha cuando ya estás lo bastante satisfecho y no hace falta seguir comiendo.
A continuación vamos a dejaros unos pequeños pasos para iniciarse en esta práctica.
- Pregúntate si realmente tienes hambre.
Como decíamos anteriormente, esa gana de comer puede estar impulsada por aburrimiento, ansiedad o cualquier alteración de nuestro cerebro. Entonces, lo primero que debemos hacer es preguntarnos si sí tenemos hambre, y qué me apetece.
- Evita las distracciones.
Intenta que cuando sea el momento de comer, no haya distracciones, procura no hacer trabajo o atender el teléfono, para que nada interrumpa tu comida y así cumplir esa atención con el momento de comer.
- Come despacio.
Una vez que te has preguntado, adelante, es el momento de comer, pero hazlo despacio, mastica con calma sin tragar el alimento, sino saboreando.
- Piensa en tu comida.
Analiza aquello que vas a comer, cumpliendo tu objetivo personal, de si es eso lo que quieres en tu dieta.
- Evita las tentaciones.
Intenta controlar los impulsos de aquellos alimentos que no son saludables, y los atracones por gula.
Esperamos que esta entrada os ayude un poco más a disfrutar la comida, y a controlar esos picos y alteraciones que nos empujan a comer impulsivamente.
Hasta pronto!!